El fogon de Mondofriki (entre fogones, hornos y thermomixes..)

Con esta tarta-flan tus invitados quedarán boquiabiertos, al cortar un simple flan y encontrarse con el bizcocho sorpresa. El flan es de los de sobre (mezclar con leche el contenido del sobre, calentar y listo). Una vez vertido ese preparado en un molde caramelizado que sea amplio (que no tiene por qué ser un molde propiamente dicho; yo utilicé un bol de cristal) colocamos todavía en caliente un bizcocho de chocolate de menor diámetro, asegurándonos de que queda sumergido en el líquido (de entrada flotará, por lo que le colocaremos encima un platito, y encima del platito lo que necesite: una taza, una taza con un poco de agua, un par de manzanas… lo que veamos que hace falta para que el bizcocho quede sumergido). Una vez que el flan ha cuajado podemos retirar el peso, que el bizcocho ya habrá quedado "pillado". Y al desmoldar no se verá hasta que cortemos una ración.

No lo entiendo, ¿si sumerges el bizcocho, como consigues que quede abajo al desmoldarlo? ¿No sería al revés? ¿Dejarlo que flote?

Soy muy poco de los postres de carnaval típicos de aquí, así que en la cena del otro día pedí una alternativa y me trajeron esta delicia.

Brownie con helado de mandarina y nata. De rechupete!.

Txabi escribió:No lo entiendo, ¿si sumerges el bizcocho, como consigues que quede abajo al desmoldarlo?  ¿No sería al revés?  ¿Dejarlo que flote?

Debes sumergirlo lo justo para que al darle la vuelta quede como base. Ni sumergirlo hasta el fondo (porque te quedaría arriba) ni tampoco dejarlo flotar (porque no quedaría "incrustado").

ahhhhhhh....

Rallando un calabacín con su piel, este saludable bizcocho me quedó con estas bonitas motas verdes. Aparte de que le ha dado una jugosidad… lo aromaticé con un poquito de canela molida y unas gotas de esencia de limón.

Como sigas comiendo bizcochos y dulces a este ritmo se te va a poner el culo como una plaza de toros.

Para evitarlo, creo que deberías deshacerte de ellos en cuanto los haces, sin mirarlos siquiera, y mandárnoslos por SEUR antes de que se enfríen.   

Bueno, el de calabacín sólo lleva 100 gr. de aceite y 175 de azúcar… y tengo el pedaleador que me he comprado… esto… ¿dónde he metido el armatoste ése, que hace tiempo que no lo veo?  

Me he ganado el cielo por mi trabajo de ayer. Hice tooodas estas orejas, a repartir entre la cena de amigos de ayer y la comida familiar de hoy. Las orejas son, junto a las filloas, el postre más típico de Galicia en carnaval.
Hay varias recetas y yo misma cambio alguna cosilla cada vez que las preparo. En esta ocasión hice una masa con huevos, zumo de limón, anís, nata ligera y harina. Tras dejarla reposar la "hojaldro" estirándola bien, untándola con mantequilla o margarina, doblándola hacia dentro, volviéndola a estirar, volviendo a "enmantequillarla" y volviendo a doblarla en sentido contrario al anterior, así hasta un total de tres veces.
Finalmente se van cortando las porciones, que se estiran de una en una y se fríen en abundante aceite de girasol. Se escurren sobre papel de cocina y se espolvorean con azúcar.

Ayer hice mi primera panna cotta...postre de esos ricos y fáciles de hacer.

Txabi escribió:Ayer hice mi primera panna cotta...postre de esos ricos y fáciles de hacer.

He tenido que mirar lo que era eso, porque ni flores… Lo que sí hago a menudo es un flan de queso-crema que no debe de alejarse mucho.

Es un postre típico italiano. La base es nata cocida con gelatina, a partir de ahí, le puedes meter varios gustos.

Aquí está ese flan del que hablaba. Caliento medio litro de nata con 160 gr. de azúcar y una tarrina pequeña de queso de untar. Una vez que el queso está bien disuelto (para ayudarle le doy un golpe de batidora) y ya está a punto de hervir, le añado un vaso de leche fría en la que he disuelto un sobre de cuajada (sustituible por un sobre de gelatina neutra en polvo; aunque yo siempre lo he hecho con cuajada por no salirme de la línea "lechosa"). Dejo "casi hervir" y listo.

Dentro de lo sencillo que es he probado a hacerlo de muchas maneras: con nata para montar, con nata para cocinar, con leche evaporada, con queso light…
Bueno, pues como más rico queda es con nata para montar (35 % de materia grasa) y queso normal. Queda cremosísimo… se te deshace en la boca de una manera… (y cuanto más quieras aligerar, menos cremoso queda).

Gran ganga en el LIDL: me he agenciado estas frutas confitadas a 0,69 la cajita. Una es de frutas variadas, otra de cidra y otra de naranja.

Me servirán para hacer tres buenos plum-cakes.

Como no tenía el preceptivo ron para el auténtico plum-cake utilicé coñac en su lugar... y ostras, no sé si sabrá todavía mejor...

Además de las clásicas frutas escarchadas (que tuve un buen rato bañadas en el coñac) añadí pedacitos de nuez que le han aportado un punto crujiente. Riquísimo.

Como el anterior pero en este caso la única fruta escarchada que lleva es cidra. Una vez más utilicé coñac y crujientes pedacitos de nuez (unas nueces caseras riquísimas).

La grasa empleada es mantequilla, que a diferencia del aceite de girasol habitual en los bizcochos sí aporta sabor.



La cidra (fruto del cidro) es parecida al limón, pero de tamaño mucho mayor (puede llegar a pesar hasta 3 kilos) y con una corteza muy gruesa y rugosa.

Estaban en el DIA las tarrinas de fresa de 500 gr. a sólo 0,74… así que para un cumpleaños de ayer hice esta tarta de fresa: tres planchas de bizcocho alternadas con fresas bien picaditas cubiertas con crema pastelera. Nata montada para bordes y superficie (coloreada con un pelín de colorante rojo para los bordes, quedando de un color rosa clarito). Decoración con "buttercream" (crema de mantequilla) con sabor a fresa (añadiéndole Nesquik de fresa y sirope de fresa) y color potenciado con colorante. Bizcocho pincelado con zumo de naranja para que quede más jugosín.

Aquí he jugado a "ultra-anaranjar" el cake: ralladura de naranja, zumo de naranja, licor de naranja, esencia de naranja y, de remate, trocitos de naranja confitada. ¿Parece una exageración? Pues me ha gustado mucho...

Por lo demás: 70 ml. de aceite de girasol, 240 gr. de azúcar, 180 de harina, levadura, una pizca de sal y un poquito de colorante alimentario en polvo (el de los arroces).

No me digáis que esto no es un regalo apropiadísimo para mí.   

Estos bizcochos bicolores quedan muy bonitos y a los niños (y no tan niños) les encantan porque entran por los ojos. Sólo hay que separar la "masa" en dos partes y chocolatear una de ellas, llenando luego el molde con un poquito de una y un poquito de otra hasta acabar ambas (el primero está hecho en un molde rectangular y el segundo en un molde de corona).
Últimamente utilizo Nutella o similar (tres cucharadas generosas) derritiéndola un poquito en el micro para hacerla más "mezclable" y también una cucharadita de cacao amargo en polvo (oscurece la mezcla un montón, que es lo que nos interesa para crear un buen contraste de color). La verdad es que la Nutella le da un sabor delicioso al bizcocho.
La parte clarita la aromatizo con algún tipo de esencia (vainilla, limón, naranja...).
Este bizcocho tarda un poco más en hacerse que uno normal. Como siempre, eso lo vamos viendo pinchándolo con un palillo.

Ayer me endosaron a mis sobrinos y pasamos una tarde muy entretenida haciendo galletitas de colores:





Son las clásicas galletas de mantequilla cubiertas con glasa real coloreada con distintos colorantes y aromatizada con un poco de esencia de limón. La glasa real es muy fácil de hacer espumando una clara de huevo y añadiéndole azúcar glas hasta obtener la consistencia de una pasta de dientes. Para colorearla son más aconsejables los colorantes en gel (ya que nunca nos van a diluir la preparación, cosa que sí nos podría ocurrir con los colorantes líquidos). Para aplicarla sobre las galletas (ya horneadas) lo más práctico es utilizar mangas pasteleras desechables sin colocarles ningún tipo de boquilla, simplemente cortándoles la puntita.

Ahora que es temporada de fresas y el frío parece que remite, es buen momento para preparar helado de fresa casero:



He triturado medio kilo de fresas, 1 yogur griego de fresa y dos buenas cucharadas de miel (la miel es preferible al azúcar a la hora de hacer helados porque "cristaliza" menos).
Por otro lado he montado medio litro de nata (que ha de estar bien fría) y la he mezclado cuidadosamente con el batido anterior.

Se introduce el preparado en el congelador sacándolo cada media hora aproximadamente para darle unas vueltas e ir "rompiendo" la congelación. Si se dispone de heladera este paso ya no es necesario; ya que estos aparatitos tienen unas aspas que se mueven constantemente impidiendo la cristalización y asegurando la cremosidad (pero son aparatos bastante caros y se puede hacer perfectamente como he dicho).

A diferencia de los helados comprados, éstos hay que sacarlos del congelador un rato antes de consumirlos para que no estén demasiado duros.

Anoche hice una guarnición de lombarda salteada con manzana y arándanos que salió cojonuda para acompañar una carne a la plancha.

Corté en juliana una cebolla y en daditos una manzana. Puse las dos cosas juntas a pochar en una sartén honda con aceite de oliva del bueno (no cocino con aceite que no sea bueno) removiendo continuamente. Al cabo de 3 ó 4 minutos añadí algo así como un tercio de lombarda cruda cortada muy fina y sal. Seguí removiendo hasta que la lombarda se puso tierna. Entonces añadí un puñado de arándanos deshidratados y un buen chorro de vinagre balsámico de ese que viene como en sirope. Removí un par de minutos más y listo.

La próxima vez lo hago para acompañar a unos buenos medallones de solomillo de ternera   

A veces hago algo parecido pero sin arándanos (y con un poco de azúcar). A ver si los consigo para la próxima vez, porque eso tiene que estar de vicio.

La lombarda acompaña estupendamente las carnes. Me sorprende lo poco que se consume (al menos en Galicia).

Yo compro los arándanos en mi frutería de cabecera, que los trae buenísimos, pero sé que en el Mercadona los venden en bolsitas donde los frutos secos. Y seguro que en cualquier Hipercor, Alcampo y similares también los encuentras, porque de un tiempo a acá se han puesto de moda.