El coche: ese gran invento.

El coche, ese gran invento. Un símbolo de bonanza económica y estatus social para demostrar lo que uno es y en muchos casos, lo que uno no es. Muchos sueñan con comprarse uno demasiado caro y otros se conforman con el que tienen, del mismo modo que se conforman con la pareja que por desgracia tienen. Unos lo usan para ligar, otros para (además) follar y otros para matarse, lo cual no está del todo mal para así dejar de pagar las letras y pasarle el marrón a los canallas de la compañía de seguros. Los hay incluso que no necesitan ligar ni nada y lo utilizan exclusivamente para desplazarse, que también hay que ser rarito. Tambien los hay que lo usan para trabajar, como representantes, chóferes o currantes varios, o para atracar a la gente de manera impune como los taxistas. Porque montarte en un taxi puede ser toda una aventura, además de no ser precisamente un medio de transporte barato es lento de cojones, debido básicamente al pedazo rodeo que vas a dar y con la inestimable compañía radiofónica de la COPE, alternada con la jodida emisora del radio-taxi. Aquella que usan para advertir de los clientes y demás, y que acaba por ponerte de los nervios. crec creec, servicio Gran Via esquina Botones Sacarino, crec creec.

El colectivo de los taxistas no esta muy bien visto, pero tampoco el de los autobuseros y transportistas. Ni los motoristas ni los repartidores de pizzas. De hecho no está bien visto ningún colectivo, tampoco el de, atención, las mujeres. Cuantas veces hemos oído lo de “mujer tenía que ser? Y es que las féminas tienen menos accidentes, es cierto, pero si no tienen accidentes es porque los provocan. Me gustaría preguntarles por qué razón cuando circulan por una calle a 30 por hora y tú vas detrás muerto de asco, ponen el intermitente para girar en la intersección (cuando no hace puta falta) y en cambio en calles más transitadas de repente frenan y pegan volantazo porque se pasaban (por ejemplo) la travesía del Mercadona. Si alguna me lo razona de manera convincente, prometo decirle donde se guarda el gato y la rueda de recambio.

Los peores son los maderos. Una vez me pararon cuando más prisa tenía, allí pidiendo la puta documentación, que si las bombillas, la ITV, que si los triángulos, el chaleco reflectante… Me pedirá la tapa del delco y las luces de gálibo? Después de hacerme la prueba de alcoholemia ya me veía enseñándole los calzoncillos a ver si los llevaba cagaos!! Los nervios que pasas. Yo lo llevo todo en orden, pero macho, pensaba que se daría cuenta que el chaleco era de un “todo a 100” sin homologar, que el reflectante me lo había hecho yo con unos "Staedler" y que me iba a follar vivo. Menos mal que entre las gafas aquellas verdes y el bigote no les dejan ver bien.

A la hora de conducir lo que me pone nervioso es el tipico capullo que en una calle estrecha busca aparcamiento. Cuando pillas a uno lo más probable es que tengas prisa, pero ya puedes armarte de paciencia porque te has topado con el torpe del barrio. Y cuando encuentra un sitio se va a tirar diez minutos maniobrando, hasta que se da cuenta que no cabe y se larga. Eso es lo peor, al menos que aparque, aunque tenga que montar su puñetero Suzuki Vitara encima del Opel Corsa. Pero no, te tiene ahí parao diez minutos y luego se larga. El cabrón.
Cuando el que aparca eres tú la cosa cambia, claro. Que se espere, y que no se le ocurra pitarte que bajas y le abres la cabeza con la llave inglesa. Hombre ya. Me revientan estos mindundis que tienen tanta prisa.

Otra cosa que jode es cuando sabes que el semáforo que tienes a 30 metros va a ponerse rojo, y el botarate de delante circula lento de cojones, de manera que ves venir que por su culpa pillas el rojo. Pero de repente el lumbreras ve el ambar, acelera, y encima te deja clavao a ti en el puto semáforo!!

Hablando de semáforos, es habitual aprovechar el rojo para hurgarse las narices, ojear el periódico (convenientemente desplegado en el asiento de al lado) mirar mujeres o lo que sea. Pero los semáforos son tambien el hábitat natural de pedigüeños, vendedores de kleenex o limpiacristales. El que pide limosna directamente ni lo miras, a veces lleva un cartel donde lleva escrito su curriculum y en ocasiones hasta fotos de sus hijos pegadas con esparadrapo. Con pegar un leve acelerón y moverte unos centimetros das por entendido que no te interesa un carajo su retahíla de desgracias y que-te-pires-ya-pringao.

El de los kleenex tambien es fácil evitarlo: basta con señalar con la barbilla (y sin disimular la cara de asco) la montaña de kleenex, y dicho sea de paso, demás mierda que puebla salpicadero y volante. Es lógico deducir que si llevas pañuelos, no te interese demasiado la adquisición de más unidades. Por lo tanto: puerta y que te los metas por el culo.
Los más chungos de evitar son los que te quieren limpiar el parabrisas. A la que te das cuenta, una esponja sucia y jabonosa se mueve en zig-zag delante de tus narices. Si sigues observando atentamente verás que la esponja está sujeta por una mano muy morena y llena de dedos, los cuales albergan unas horribles uñas largas y negras. El dueño de esa mano no te mira, simplemente agita como un poseso y se emplea a fondo para dejarte el cristal hecho un cristo en cuestión de segundos. Si le dices que no (gesticulando como un loco) el tipo te dejará el cristal lleno de agua, espuma y mierda y va a ser todavía peor. Total, que la próxima vez estate más atento y antes que sea demasiado tarde LO ATROPELLAS.

Un auténtico peligro para la circulación (mucho peor que las mujeres, los taxistas y los macarras) en la gran ciudad son los abueletes al volante. Es curioso contemplar como en una circulación fluida y a la vez rápida, siempre hay un vehículo que aguanta, estoicamente, los envites de los demás conductores, que sin saber como, lo van esquivando y adelantan por ambos lados. Es lógico que por su escasez de reflejos, entre otras cosas, circulen a poca velocidad, pero yo me pregunto si no estan puestos ahí a propósito por las autoridades, para hacer la conducción menos monótona y tener que evitarlos cual juego de ordenador, como si fueran minas. Los abueletes además, suelen tener el coche impecable y el motor como nuevo. A la hora de comprar un coche usado es una garantía pillar uno de éstos. Claro que previamente deberás quitar la placa junto al cenicero del “papa no corras”, la funda del asiento con aquellas jodidas bolitas y si se tercia el rosario colgando del retrovisor. Tambien conviene mirar bien en la guantera no se haya dejado olvidada alguna dentadura de repuesto, junto las lámparas y las gamuzas!!

Lo que me hace gracia es cuando compras un coche nuevo, porque todo son cuidados: cuidado no lo vayan a rayar, ojo con los golpes aparcando, etc. Ves una mota de polvo y enseguida la quitas. Quien no ha montado en uno donde el histérico del dueño no te deja fumar? O te dice que te seques bien el barro de los zapatos para no joderle las alfombrillas? Como si no tuvieras bastante con la brasa que te da tu mujer en casa cuando le pisas el suelo fregao!! Pero tranquilo, que al cabo de poco tiempo dentro de ese coche se fuma, se come y si se puede hasta se folla (y sin condón, que le den pol culo a la tapicería) porque entre otras cosas el lateral lleva una rayada de cal dios, te jodieron la antena, un tapacubos y el interior del carro se ha convertido en una leonera de migas y papeles. Y lo de lavarlo bien cada domingo se acabó, bien mirado aquella cagada de gaviota que decora una puerta no queda del todo mal.

Capítulo aparte merecen los “tuning”. Los tuning son vehículos con la carrocería personalizada para hacerse el fardón, aunque a los ojos de las demás lo que hacen es el ridículo. Podríamos distinguir tres tipos:

1-Mega-tuning Borja-Luis: Coche de nivel alto y preparación chachi de las que cuestan una pasta. El notas se ha empeñado hasta las cejas a no ser que el invento tenga el patrocinio de su papi. Junto al asiento del conductor podemos adivinar, sistemáticamente, la presencia de una rubia del cagarse. (En el hipotético caso que el notas calzara un Twingo y su padre fuera bedel de un colegio de monjas (por ejemplo), la rubia no se le acercaría ni a pedirle la hora, y muchísimo menos a afilarle el sable).

2-Tuning Apañao: Suele ser un Ibiza maquinero o un Citroen Saxo con escape de competición y cristales oscuros. El objetivo en este caso es hacer mucho ruido y asustar a las viejecitas en los pasos de cebra. No está de más acompañar el envoltorio con un CHANDAL guapo y una pegatina del toro de Osborne.

3-Tuning Gitano-Salchichero: Para gente sin complejos. Basta coger el Renault 18 que le compraste al negro del locutorio de la esquina, y ponerle un par de faros anti-niebla, unas cortinillas y quitarle los parachoques. Es importante llevar las ventanas bajadas para que el vecindario pueda apreciar la potencia del equipo de música (imprescindible). La madre de estos sujetos es muy popular y suele estar en boca de todos. Algunos ponen en la puerta del coche una pegatina con el nombre y el grupo sanguíneo (como en los rallyes) para que en caso de accidente sepamos el tipo de sangre que NO debemos dar. Para que reviente.

Al final, el gusto por los coche se va modificando con la edad. Y si de joven te gustaban más los de aspecto deportivo, más adelante prefieres algo más serio y discreto. Si la familia aumenta, tu coche aumenta también. Ahora todo el mundo circula en todoterrenos o coches grandotes. Van muy bien para mirar por encima del hombro a los desgraciaos que van con coches normales. Hasta que al final acabas montando en uno de esos cuadradotes, tipo familiar y con flores en las puertas. Pero en ése ya no hay peligro que nadie te diga lo hortera que eres. El último viaje, y el más cómodo.

igOr escribió:El colectivo de los taxistas no esta muy bien visto, pero tampoco el de los autobuseros y transportistas. Ni los motoristas ni los repartidores de pizzas. De hecho no está bien visto ningún colectivo, tampoco el de, atención, las mujeres. Cuantas veces hemos oído lo de “mujer tenía que ser? Y es que las féminas tienen menos accidentes, es cierto, pero si no tienen accidentes es porque los provocan. Me gustaría preguntarles por qué razón cuando circulan por una calle a 30 por hora y tú vas detrás muerto de asco, ponen el intermitente para girar en la intersección (cuando no hace puta falta) y en cambio en calles más transitadas de repente frenan y pegan volantazo porque se pasaban (por ejemplo) la travesía del Mercadona. Si alguna me lo razona de manera convincente, prometo decirle donde se guarda el gato y la rueda de recambio.

Na, como para nosotras el coche no es una prolongación del pene, hacemos estas cosas simplemente por joder y poneros de los nervios, nada más!!!


Awelo, eres un crack

Vev escribió:

igOr escribió:El colectivo de los taxistas no esta muy bien visto, pero tampoco el de los autobuseros y transportistas. Ni los motoristas ni los repartidores de pizzas. De hecho no está bien visto ningún colectivo, tampoco el de, atención, las mujeres. Cuantas veces hemos oído lo de “mujer tenía que ser? Y es que las féminas tienen menos accidentes, es cierto, pero si no tienen accidentes es porque los provocan. Me gustaría preguntarles por qué razón cuando circulan por una calle a 30 por hora y tú vas detrás muerto de asco, ponen el intermitente para girar en la intersección (cuando no hace puta falta) y en cambio en calles más transitadas de repente frenan y pegan volantazo porque se pasaban (por ejemplo) la travesía del Mercadona. Si alguna me lo razona de manera convincente, prometo decirle donde se guarda el gato y la rueda de recambio.

Na, como para nosotras el coche no es una prolongación del pene, hacemos estas cosas simplemente por joder y poneros de los nervios, nada más!!!


Awelo, eres un crack

Sin querer cambiar de "teme": como no tengo coche tengo buen pene ...

Yo quiero, un :2cv: y un "Herre - Herre" o sea un RR da igual, blanco o negro, ya que si lo tengo, tengo gente para que lo cuide ... :dios: