Política en el fútbol

Pues eso, quiero traer a debate el hecho de que algunos presidentes de clubes politicen a los mismos. Los ejemplos más claros los tenemos en Laporta, quien parece querer crear el pensamiento unicosectario catalanista en el equipo, además de ir bastante lejos en sus declaraciones, habiendo llegado a afirmar que el Far$$a es el buque insignia de Catalunya, y que el club ha de ser un reflejo del catalanismo y bla, bla, bla.

En primer lugar el equipo no es el único de Catalunya, entre las 4 provincias hay muchos otros equipos, de los que parece olvidarse Laporta. Además me gustaría juzgar la ética de una persona que utiliza un cargo mediático para hacer carrera en su propio beneficio.
Me pregunto qué opinan los seguidores de ese equipo que viven allende de las fronteras de su reino imaginario.

Por otro lado está el friqui espanyolista, José María del Nido. Que este no suele lucirse mucho con comentarios políticos, pero viste a su equipo con horteradas tan infames como estas:






Hay sevillistas republicanos, o que no se sientan espanyoles de los cuales Del Nido no parece acordarse.

Qué opináis? Es lícito que los clubes hagan política o deberían abstenerse por respeto a los aficionados de distinta ideología que puedan no verse representados?

En primer lugar, no creo que sea un acto político inmiscuido en el fútbol el hecho de lucir los colores de la bandera española en la camiseta con la que se disputan competiciones internacionales en las que, además del club, se representa a su país. (Esa camiseta es la que vestía el Sevilla cuando jugaba la Champions League).

En segundo lugar, siempre habrá personajillos populistas que intentarán aprovecharse de su situación (aventajada, de momento) para avanzar en otros ámbitos. Seguramente, si el Barça estuviese tercero a 24 puntos del Madrid no pondría al mismo equipo como ejemplo de catalanismo, ni teniendo 11 catalanes titulares.
El punto que quizás se le escapa a Laporta es que, si pretende meterse en el bolsillo político a la mayoría de los simpatizantes del Barcelona, está sacando definitivamente de él a los del Espanyol, los del Lleida, a los del Hospitalet, a los del Girona, a los del Tarragona, ... que a fin de cuentas son más. Hacerse el líder populista de una minoría es también pretender ser un payaso para la mayoría.

Yo creo que deberían prevalecer siempre los colores del club, incluso cuando se juegan competiciones internacionales. Para la bandera nacional, ya está la selección española. Muchos seguidores del Madrid o el Sevilla no necesariamente tienen porque sentir los colores españoles, son rojiblancos o merengues y esa es toda la nacionalidad que se precisa en el fútbol, por dios.

Imagino que también habrá madridistas a los que no les gusta el blanco porque parece que vengan de una fiesta ibicenca, o aficionados que renuncien a los colores del San Roque de Lepe porque no quieren parecer el tonto de los hermanos Dalton.
El que no le guste que no la compre, o mejor: que anime a su club con cánticos autóctonos aborígenes para no tener nada que ver con el castellano opresor.
Si yo pongo dos colores sobre una camiseta (sin escudo ni ocho flautas) que cada cual le busque las connotaciones que quiera.
El que sea fiel a un club le debe de dar igual como vista (no hay más que ver el cachondeo que hay año tras año con las segundas y terceras equipaciones de los equipos), no por lo que lleve o deje de llevar en la camiseta. El amor al fútbol por el fútbol.
Joé, se me caen lagrimones por el hocico recordando aquellos míticos partidos en los que las porterías eran dos montoncitos de piedras y cada cual llevaba la camiseta que le había planchado su madre el día anterior. Viva el JB Positivo F.C.!!

Laportas que utilizan una institucion para promocionarse me parecen oportunistas de corto alcance;pero bueno,más que política, en fútbol lo que parece es una válvula de escape para la agresiviad guerrera;sólo basta ver los estadios abarrotados de energúmenos luciendo los colores del equipo local,no importa si son blancos, morados, cuatribarrados, amarillos o pardos, eso de igual, lo que iguala a todos es cómo exiben los colores de su tribu futbolera,cómo se pintan las caras y esos aullidos insultando al equipo contrario, la tribu enemiga (como rezaba una lamentable pancarta de los aficionados de mi amado español, al recibir al barsa la semana pasada en cornellán),lo que politiza el fútbol y los deportes de masas es cómo manipulan los titulares de prensa deportiva llamando a la épica exterminadora del enemigo - no exagero, mirad cualquier titular del Sport, Marca, As o Mundo deportivo, lamentables y que rebajan al peblo llano al estado de barbarie- los titulares de prensa, la liturgia guerrera en el partido, la liturgia de los himnos nacionales , los cánticos (muchos de los que cantan van hasta arriba de sustancias que embrutecen el comportamiento en una multitud anónima), la llamada vehemente a la derrota del enemigo y la victoria en el terreno de juego que se extiende a todo un pueblo, a los nuestros...etc...etc...etc..

Reducir la política en el fútbol a Laporta y a los nacionalismos periféricos nacionales es ridículo, es formar parte del problema y negarlo.

Lo dicho arriba, no lo digo porque he consultado sesudos estudios sociológicos: menda lerenda ma he pasao años viendo fútbol y chillando como un energúmeno más en la masa anónima que te da cobertura para insultar, provocar peleas brutales, rebajarte a la condición animal y un largo etcétera de salvajadas.

El fútbol es un juego muy emotivo y emocionante, sólo un juego, pero ojo, cuando por medio nadie se juega la vida, el fútbol de pachanga no tiene valor.Eso es lo que lo hace peligroso en manos de políticos , dirigentes y peridistas de cortas miras.

Fueron los romanos los que inventaron el uso del deporte como forma de promocionarse entre la chusma. Desde entonces hemos tenido multitud de ejemplos, desde todos los fascismos y su estrechísima relación con el deporte, hasta la mas que digna utilización del deporte por parte de Mandela. Berlusconi es hijo del futbol, y es lógico. Los gestores mas expuestos a la fiscalización de la masa son los dirigentes deportivos, aquellos que consiguen convencer a la masa (y se puede conseguir mas allá de los colores propios) de que son capaces de levantar un proyecto ganador, pueden llegar a parecer ideales para salvar a tu terruño.