Viajando....
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Re: Viajando....
En serio???kancerbero escribió:Oiga!! Que yo también arrastraré mis huesos por las playas del Algarve!!
Mi ruta será seguramente Monfragüe (Cáceres) -> Algarve -> Cái (El puerto de Santa María, seguramente)
¿Cuándo va a estar usté por ahí?
Pues para la tercera de agosto, supongo...
Creo que aún tengo su teléfono, asústese.
Meri_Pé- Mojitóloga
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Re: Viajando....
yuhu!!
Yo estaré desde el 15 de agosto hasta el 6 de septiembre para hacer toda la ruta esa... No sé cuánto tardaré en llegar al Algarve, pero no creo que lo demore demasiado
PD: yo he perdío un montón de teléfonos entre ellos el suyo, el del serdo, el de illa...
Yo estaré desde el 15 de agosto hasta el 6 de septiembre para hacer toda la ruta esa... No sé cuánto tardaré en llegar al Algarve, pero no creo que lo demore demasiado
PD: yo he perdío un montón de teléfonos entre ellos el suyo, el del serdo, el de illa...
kancerbero- Pegamoide
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Re: Viajando....
Anarka escribió:Como hace ya cuatro años, mi princesa y yo desaparecemos entre las altas cumbres del pirineo, follaremos en una tienda de campaña y el mejor y mas bello amanecer nos arrastrara a un nuevo dia.
Nos vemos!
Harás un reportaje de "todo"? ...
HH- comendador
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Re: Viajando....
Uf, yo creo que llegarás pronto al Algarve. Monfragüe en esa época tiene que ser un secarral de la hostia. Yo estuve una vez a principios de septiembre y pasé un calor espantoso. Mis colegas extremeños dicen que las épocas buenas para Monfragüe son la primavera y el otoño, pero no el verano.kancerbero escribió:yuhu!!
Yo estaré desde el 15 de agosto hasta el 6 de septiembre para hacer toda la ruta esa... No sé cuánto tardaré en llegar al Algarve, pero no creo que lo demore demasiado
PD: yo he perdío un montón de teléfonos entre ellos el suyo, el del serdo, el de illa...
De todas formas, es cierto que vi sitios majos y que hice buenas excursiones, pero bebí una cantidad de agua que creo que los embalses de la zona no han vuelto a ser lo que eran.
Jose- Ni Dios, ni amo... ni rango
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Localización : En el camino a ninguna parte
Re: Viajando....
Bueno.
Ya está reservado: una semanita en Playa Blanca, Lanzarote. Marchamos el día 16...
I can't wait...
:2cv:
:arale:
Ya está reservado: una semanita en Playa Blanca, Lanzarote. Marchamos el día 16...
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solosuso- graduado
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Re: Viajando....
Muy buenas! recién llegado de una escapadita corta por el Sur de India, aqui va un pequeño sumario sacado del blog:
Viajar es maravilloso...
Una vez más estoy de vuelta de otra gran peripecia, con nuevas vivencias e imágenes para el recuerdo, aun frescas en mis retinas. Otra gran experiencia, corta pero intensa y muy buen aprovechada. En general he disfrutado de todos los atractivos de un buen viaje, aunque sin llegar al nivel del que hice por Rajasthan hace 5 meses. En aquel estuve acompañado durante casi el tiempo de estudiantes locales, que me acogieron y aportaron sus conocimientos acerca de la zona que estaba visitando. En este último he viajado sin compañía, aunque no me he sentido solo en ningún momento. Era como si todo el mundo estuviera viajando conmigo..no sé, una sensación difícil de explicar con palabras, como si todo estuviese interconectado y sincronizado para que yo pudiese disfrutar al máximo de cada instante.
Amanecer en Kanyakumari
“Dosa”, plato típico del sur, servido en la clásica hoja de platanero
Cierto es que también he tenido algunos momentos de agobio, por ejemplo a la hora de encontrar alojamiento, transporte, o el camino hacia tal o cual destino, pero siempre he podido salir del paso y continuar adelante. Estos pequeños baches son también parte de la magia del viaje y no se pueden evitar, y menos aquí en este país. Por supuesto, ni que decir tiene que en ningún momento he visto peligrar mi integridad. Creo que si hay algún país en el que uno se siente al 100% seguro viajando solo de aquí para allá, ese es la India.
Camino del templo más grande de la India, en Trichy
Mujeres en Madurai
Tras un largo viaje en tren desde Bangalore recorriendo el estado de Kerala y su espectacular paisaje, llegué hasta Kanyakumari, el extremo sur del subcontinente, y primer punto en mi itinerario. Desde aquí fui atravesando el estado de Tamil Nadu dirección norte, haciendo escala en ciudades tales como Madurai, Thanjavur y Trichy, famosas por sus monumentos ancestrales. Si en Rajasthan los fuertes y los palacios fueron los protagonistas, en este último viaje he visitado especialmente templos, algunos verdaderamente espectaculares. Aparte, he podido disfrutar de la preciosa costa índica, como en mi última parada en las playas de Pondicherry, la merecida guinda final del trayecto.
Vista desde el tren, atravesando Kerala
Pescadores en Pondicherry
Después de este tipo de correrías, es cuando uno se da cuenta de lo privilegiado que soy por estar en un sitio como este, y que de verdad merece la pena permanecer aquí y disfrutar hasta el último minuto. Me han venido muy bien estos cinco días fuera, la verdad. En definitiva, que me siento satisfecho y contento después de esta nueva aventura, la cual iré relatando con detalle durante los próximos días. Permanezcan atentos a sus pantallas, pues. Ahora toca seguir con las clases de nuevo, a ver si os vais a creer que aquí estoy todo el día de cachondeo, hombre.
Viajar es maravilloso...
Una vez más estoy de vuelta de otra gran peripecia, con nuevas vivencias e imágenes para el recuerdo, aun frescas en mis retinas. Otra gran experiencia, corta pero intensa y muy buen aprovechada. En general he disfrutado de todos los atractivos de un buen viaje, aunque sin llegar al nivel del que hice por Rajasthan hace 5 meses. En aquel estuve acompañado durante casi el tiempo de estudiantes locales, que me acogieron y aportaron sus conocimientos acerca de la zona que estaba visitando. En este último he viajado sin compañía, aunque no me he sentido solo en ningún momento. Era como si todo el mundo estuviera viajando conmigo..no sé, una sensación difícil de explicar con palabras, como si todo estuviese interconectado y sincronizado para que yo pudiese disfrutar al máximo de cada instante.
Amanecer en Kanyakumari
“Dosa”, plato típico del sur, servido en la clásica hoja de platanero
Cierto es que también he tenido algunos momentos de agobio, por ejemplo a la hora de encontrar alojamiento, transporte, o el camino hacia tal o cual destino, pero siempre he podido salir del paso y continuar adelante. Estos pequeños baches son también parte de la magia del viaje y no se pueden evitar, y menos aquí en este país. Por supuesto, ni que decir tiene que en ningún momento he visto peligrar mi integridad. Creo que si hay algún país en el que uno se siente al 100% seguro viajando solo de aquí para allá, ese es la India.
Camino del templo más grande de la India, en Trichy
Mujeres en Madurai
Tras un largo viaje en tren desde Bangalore recorriendo el estado de Kerala y su espectacular paisaje, llegué hasta Kanyakumari, el extremo sur del subcontinente, y primer punto en mi itinerario. Desde aquí fui atravesando el estado de Tamil Nadu dirección norte, haciendo escala en ciudades tales como Madurai, Thanjavur y Trichy, famosas por sus monumentos ancestrales. Si en Rajasthan los fuertes y los palacios fueron los protagonistas, en este último viaje he visitado especialmente templos, algunos verdaderamente espectaculares. Aparte, he podido disfrutar de la preciosa costa índica, como en mi última parada en las playas de Pondicherry, la merecida guinda final del trayecto.
Vista desde el tren, atravesando Kerala
Pescadores en Pondicherry
Después de este tipo de correrías, es cuando uno se da cuenta de lo privilegiado que soy por estar en un sitio como este, y que de verdad merece la pena permanecer aquí y disfrutar hasta el último minuto. Me han venido muy bien estos cinco días fuera, la verdad. En definitiva, que me siento satisfecho y contento después de esta nueva aventura, la cual iré relatando con detalle durante los próximos días. Permanezcan atentos a sus pantallas, pues. Ahora toca seguir con las clases de nuevo, a ver si os vais a creer que aquí estoy todo el día de cachondeo, hombre.
Re: Viajando....
Joder Pako!!, este mensaje tuyo me ha provocado nostalgia de una de las mejores películas que vi en los ´80 :Pasaje a la India..........desde que la vi en 1984 , nunca mas tuve la ocasión de verla en pantalla grande, que pena.......y el libro nunca lo he encontrado, ni en spanis ni en ingléh....doble pena...
Diego- Cruzó con Caronte antes que Heracles
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Re: Viajando....
Pues yo sí que tengo el libro, lo encontré en una tienda de segunda mano en Granada, pero la peli no la he visto.
Pako, qué envidia que me das!!
Pako, qué envidia que me das!!
Re: Viajando....
El viaje de mi vida:
Mi pueblo en la provincia de Castellón, en coche a: - Marruecos - Argelia - Túnez - Italia - en autoestop por: Francia - Alemania - Dinamarca - Suecia - Dinamarca - Alemania - Suiza - Italia - en tren por: Yugoslavia (todavía existia) - Grecia - Turquia - Siria - (en avión a): - Egipto - (avión a la India): Bombay - en tren a: Goa - Kerala - Tamil Nadu - Orissa - Bengala Occidental - Dargeling - Nepal. un mes, - (más India en tren y bus): Benares - Agra - Delhi - Cachemira - (siguiendo por tierra): Pakistán - Irán - Turquia y avión para rematar ...
Total en la India 6 meses, un mes en Nepal, por otros lugares algunas veces de paso más o menos dias ... comiendo como la gente "normal y corriente" (tirando a pobre) comía y durmiendo en lugares más o menos parecidos ... Costo del viaje: de risa! ...
En todo ese tiempo sólo unos pocos dias en un hospital de Varkala, Kerala, por deshidratación, me metieron un suero y firmes en tiempo récord! ...
Anécdotas? ... algunas pero me duelen las yemas de los dedos! ...
Mi pueblo en la provincia de Castellón, en coche a: - Marruecos - Argelia - Túnez - Italia - en autoestop por: Francia - Alemania - Dinamarca - Suecia - Dinamarca - Alemania - Suiza - Italia - en tren por: Yugoslavia (todavía existia) - Grecia - Turquia - Siria - (en avión a): - Egipto - (avión a la India): Bombay - en tren a: Goa - Kerala - Tamil Nadu - Orissa - Bengala Occidental - Dargeling - Nepal. un mes, - (más India en tren y bus): Benares - Agra - Delhi - Cachemira - (siguiendo por tierra): Pakistán - Irán - Turquia y avión para rematar ...
Total en la India 6 meses, un mes en Nepal, por otros lugares algunas veces de paso más o menos dias ... comiendo como la gente "normal y corriente" (tirando a pobre) comía y durmiendo en lugares más o menos parecidos ... Costo del viaje: de risa! ...
En todo ese tiempo sólo unos pocos dias en un hospital de Varkala, Kerala, por deshidratación, me metieron un suero y firmes en tiempo récord! ...
Anécdotas? ... algunas pero me duelen las yemas de los dedos! ...
HH- comendador
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Re: Viajando....
La peli de Pasaje a la India está bien. Al principio parece que va a ser una simple pelicula de aventuras, pero luego se convierte en una trama politco/legal esperpéntica, y el final acaba dejando pillado al espectador.
HH, en que año fue eso? cuenta un poco más, al menos la parte de Pakistan y Cachemira.
Siguiendo con mis crónicas...
Kanyakumari, la punta de India
Enclavado en el extremo sur de la península índica, cobijado en el cabo Comorín, se halla el pequeño pueblo de Kanyakumari, el Finisterre indio. Un sitio que, debido a su particular situación geográfica, justo en la confluencia de tres masas de agua (el océano Índico, el mar Arábigo y la bahía de Bengala), lo convierten en un punto especial de visita casi obligada para muchos viajeros. De hecho, la localidad vive básicamente del turismo.
Aparte de un importante enclave a nivel geográfico, Kanyakumari es un lugar de una gran significancia espiritual para los hindúes. Miles de peregrinos llegan cada año para visitar el templo de la diosa Devi, esposa de Shiva, y darse un baño en las aguas del mar, consideradas sagradas.
Vista general del cabo
Dos de las cosas que uno no puede perderse en Kanyakumari son la salida y la puesta de sol. Por lo visto, en abril es posible incluso ver ponerse el sol y salir la luna simultáneamente. Al atardecer no pude llegar a tiempo el primer día, así que a la mañana siguiente me levanté a eso de las 6 para presenciar el espectáculo del alba. Una vez llegué a la orilla, me encontré con una multitud de curiosos, que como yo habían madrugado para ver amanecer. El ambiente era estupendo, pero todos nos quedamos con las ganas ya que los grises nubarrones no nos dejaron disfrutar del evento. Pese a todo, mereció la pena el madrugón, aunque sólo sea para contemplar como el mar ruge embravecido a estas horas, con olas que se estrellan salvajemente contra los riscos.
Amanece que no es poco
A unos 400 metros de la orilla, hay una agrupación de rocas donde se encuentran dos puntos de interés a los que se puede visitar tomando un ferry por 20 rupias. Por un lado, el memorial construido en honor al mítico monje y filósofo Swami Vivekananda, que atravesó el país desde las montañas del Himalaya pregonando sus enseñanzas, y estuvo meditando durante 3 días en uno de estos peñascos, antes de viajar a Estados Unidos al congreso mundial de religiones. Fue uno de los primeros en introducir el yoga y la filosofía vedanta en Occidente, y en India se le venera como a un santo.
En la roca de al lado está la espectacular estatua de Thiruvalluvar, autor de unos de los poemas épicos más importantes de la literatura hindú. La estatua mide 133 pies (unos 40 metros), uno por cada uno de los capítulos del libro, y está rodeada de 10 elefantes, que representan las 10 direcciones del Universo. Es posible subir hasta la cabeza, desde donde se contempla una magnifica vista.
Memorial de Vivekananda
Ya de vuelta a la orilla, aun me quedaban unas horas para seguir visitando el pueblo antes de coger el autobús hacia Madurai, mi próximo destino. Primero eché un vistazo al templo, al que para entrar no sólo me hicieron quitarme los zapatos, sino también la camiseta. Después estuve en el memorial en honor a Gandhi. El edificio está diseñado de forma tal que, el día 2 de octubre, cumpleaños de Gandhi, un rayo de sol entra por un orificio y cae justo en el sitio donde se depositaron las cenizas de tal ilustre personaje antes de lanzarlas finalmente al mar.
Me sentía satisfecho y contento por haber decidido en su momento “trasponer” hasta tan mágico lugar. Vale la pena pegarse 18 horas de tren desde Bangalore, para llegar hasta aquí, sentarse en una roca, como en su día hizo Vivekananda, y evadirse disfrutando de la inmensidad del oceano, escuchando el ruido de las olas, divisando el horizonte, contemplando las diferentes tonalidades entre azul y verde de los 3 mares que confluyen aquí, sintiéndose divino por unos instantes… La única pena es no haber podido admirar ni el amanecer ni el ocaso. Pero bueno, quizás en la próxima ocasión, quien sabe.
HH, en que año fue eso? cuenta un poco más, al menos la parte de Pakistan y Cachemira.
Siguiendo con mis crónicas...
Kanyakumari, la punta de India
Enclavado en el extremo sur de la península índica, cobijado en el cabo Comorín, se halla el pequeño pueblo de Kanyakumari, el Finisterre indio. Un sitio que, debido a su particular situación geográfica, justo en la confluencia de tres masas de agua (el océano Índico, el mar Arábigo y la bahía de Bengala), lo convierten en un punto especial de visita casi obligada para muchos viajeros. De hecho, la localidad vive básicamente del turismo.
Aparte de un importante enclave a nivel geográfico, Kanyakumari es un lugar de una gran significancia espiritual para los hindúes. Miles de peregrinos llegan cada año para visitar el templo de la diosa Devi, esposa de Shiva, y darse un baño en las aguas del mar, consideradas sagradas.
Vista general del cabo
Dos de las cosas que uno no puede perderse en Kanyakumari son la salida y la puesta de sol. Por lo visto, en abril es posible incluso ver ponerse el sol y salir la luna simultáneamente. Al atardecer no pude llegar a tiempo el primer día, así que a la mañana siguiente me levanté a eso de las 6 para presenciar el espectáculo del alba. Una vez llegué a la orilla, me encontré con una multitud de curiosos, que como yo habían madrugado para ver amanecer. El ambiente era estupendo, pero todos nos quedamos con las ganas ya que los grises nubarrones no nos dejaron disfrutar del evento. Pese a todo, mereció la pena el madrugón, aunque sólo sea para contemplar como el mar ruge embravecido a estas horas, con olas que se estrellan salvajemente contra los riscos.
Amanece que no es poco
A unos 400 metros de la orilla, hay una agrupación de rocas donde se encuentran dos puntos de interés a los que se puede visitar tomando un ferry por 20 rupias. Por un lado, el memorial construido en honor al mítico monje y filósofo Swami Vivekananda, que atravesó el país desde las montañas del Himalaya pregonando sus enseñanzas, y estuvo meditando durante 3 días en uno de estos peñascos, antes de viajar a Estados Unidos al congreso mundial de religiones. Fue uno de los primeros en introducir el yoga y la filosofía vedanta en Occidente, y en India se le venera como a un santo.
En la roca de al lado está la espectacular estatua de Thiruvalluvar, autor de unos de los poemas épicos más importantes de la literatura hindú. La estatua mide 133 pies (unos 40 metros), uno por cada uno de los capítulos del libro, y está rodeada de 10 elefantes, que representan las 10 direcciones del Universo. Es posible subir hasta la cabeza, desde donde se contempla una magnifica vista.
Memorial de Vivekananda
Ya de vuelta a la orilla, aun me quedaban unas horas para seguir visitando el pueblo antes de coger el autobús hacia Madurai, mi próximo destino. Primero eché un vistazo al templo, al que para entrar no sólo me hicieron quitarme los zapatos, sino también la camiseta. Después estuve en el memorial en honor a Gandhi. El edificio está diseñado de forma tal que, el día 2 de octubre, cumpleaños de Gandhi, un rayo de sol entra por un orificio y cae justo en el sitio donde se depositaron las cenizas de tal ilustre personaje antes de lanzarlas finalmente al mar.
Me sentía satisfecho y contento por haber decidido en su momento “trasponer” hasta tan mágico lugar. Vale la pena pegarse 18 horas de tren desde Bangalore, para llegar hasta aquí, sentarse en una roca, como en su día hizo Vivekananda, y evadirse disfrutando de la inmensidad del oceano, escuchando el ruido de las olas, divisando el horizonte, contemplando las diferentes tonalidades entre azul y verde de los 3 mares que confluyen aquí, sintiéndose divino por unos instantes… La única pena es no haber podido admirar ni el amanecer ni el ocaso. Pero bueno, quizás en la próxima ocasión, quien sabe.
Re: Viajando....
"Paco, Paco, Paco, que mi Paco, Paco,paco, Paco" ... pregunta:
El viaje fué aproximadamente de octubre del 78 a julio del 79 ...
El final del viaje por la India y Nepal fué Cachemira, prácticamente un mes ... alojado en casa de una familia de vendedores de alfombras ... musulmanes como la mayoría ... dormía en el piso superior de la tienda, una sala enorme sin habitaciones ni nada, dormia sobre mi saco de dormir, o sea, poco cómodo ... a los pocos dias llegaron dos o tres italianos y una italiana ... para mi, tan "flipados" que llevaban un radio casette con música de occidente! ...
Bueno, todo el tiempo en Srinagar, la capital, todos los dias a hacer el vago, pasear, dar una vuelta en las barcas típicas de allí, ("Shikara"?) que manejas con un remo en forma de corazón y el primer dia que probé esas barcas, no avanzaba un puto metro jajaja ... cuando le pillé el truco me pude desplazar por el lago e ir a ver gente más o menos rara en las "casas-barco" ... comer en restaurantes más o menos "caseros", sin nigún lujo ...
Continuo en otro mensaje
HH, en que año fue eso? cuenta un poco más, al menos la parte de Pakistan y Cachemira.
El viaje fué aproximadamente de octubre del 78 a julio del 79 ...
El final del viaje por la India y Nepal fué Cachemira, prácticamente un mes ... alojado en casa de una familia de vendedores de alfombras ... musulmanes como la mayoría ... dormía en el piso superior de la tienda, una sala enorme sin habitaciones ni nada, dormia sobre mi saco de dormir, o sea, poco cómodo ... a los pocos dias llegaron dos o tres italianos y una italiana ... para mi, tan "flipados" que llevaban un radio casette con música de occidente! ...
Bueno, todo el tiempo en Srinagar, la capital, todos los dias a hacer el vago, pasear, dar una vuelta en las barcas típicas de allí, ("Shikara"?) que manejas con un remo en forma de corazón y el primer dia que probé esas barcas, no avanzaba un puto metro jajaja ... cuando le pillé el truco me pude desplazar por el lago e ir a ver gente más o menos rara en las "casas-barco" ... comer en restaurantes más o menos "caseros", sin nigún lujo ...
Continuo en otro mensaje
HH- comendador
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Re: Viajando....
Continuo:
Uno de estos restaurantes cerca del paseo del lago, tendría tal vez 5 o 6 mesas y lo atendía un hombre mayor que hablaba inglés y de cuando en cuando sacaba un cigarrillo tal vez sin filtro o se lo quitaba (el filtro no lo que envuelve al filtro) le quitaba la mitad del tacaco sin romper el papel, sacaba una piedrecita de chocolate del terreno, lo hacía a trocitos pequeñitos con las uñas y los dientes, lo mezclaba con el tabaco que había sacado, soplaba un poco que casi desaparecía todo el tabaco, lo metía con paciencia dentro del cigarrillo semivacio, le pegaba fuego y feliz, y a hacerme la comida: unas patatas fritas y un par de huevos fritos ....
Este hombre y el "abuelo" de la casa donde me alojaba, de cuando en cuando me decian: "Oh the british times!" ... acojonante ... decian que en tiempos británicos estaban mejor administrados! ...
Una curiosidad fué que en el escaparate de una tienda vi un libro titulado "Jesús en Cachemira" me dijeron que la tumba de Jesús le Cristo está en Cachemira, tal vez en Srinagar la capital ... nunca fuí a ver donde estaba ...
Ah!, cuando yo estuve en Cachemira no había ni un sólo problema político ni de violencia ...
Uno de estos restaurantes cerca del paseo del lago, tendría tal vez 5 o 6 mesas y lo atendía un hombre mayor que hablaba inglés y de cuando en cuando sacaba un cigarrillo tal vez sin filtro o se lo quitaba (el filtro no lo que envuelve al filtro) le quitaba la mitad del tacaco sin romper el papel, sacaba una piedrecita de chocolate del terreno, lo hacía a trocitos pequeñitos con las uñas y los dientes, lo mezclaba con el tabaco que había sacado, soplaba un poco que casi desaparecía todo el tabaco, lo metía con paciencia dentro del cigarrillo semivacio, le pegaba fuego y feliz, y a hacerme la comida: unas patatas fritas y un par de huevos fritos ....
Este hombre y el "abuelo" de la casa donde me alojaba, de cuando en cuando me decian: "Oh the british times!" ... acojonante ... decian que en tiempos británicos estaban mejor administrados! ...
Una curiosidad fué que en el escaparate de una tienda vi un libro titulado "Jesús en Cachemira" me dijeron que la tumba de Jesús le Cristo está en Cachemira, tal vez en Srinagar la capital ... nunca fuí a ver donde estaba ...
Ah!, cuando yo estuve en Cachemira no había ni un sólo problema político ni de violencia ...
Última edición por HH el Dom Jul 26, 2009 2:57 am, editado 1 vez
HH- comendador
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Re: Viajando....
(Entre nosotros, eh?) ...
Unos dias antes de salir de Cachemira todo el tiempo en Srinagar se me ocurre mandar mi equipaje (dos cestas de mimbre con unas tonterias y algunos recuerdos) por correo y listo que soy, se me ocurre encargar un "relleno" en unas cajitas de madera, con la noble intención de "recuperar" algo del gasto del viaje a la vuelta y de paso hacer feliz a alguna gente ... hago los trámites y regreso a casa ... al otro dia lleganun par de tios se identifican como policias y me dicen que los acompañe ... la cosa más clara no podia estar ... me dicen que lo que he hecho allí es delito, comisaría y cárcel de Srinagar ... era fin de semana ... las "camas" eran unos bloques de hormigón de medio metro de altos, unas mantas te hacian de colchón ... una cosa parece casi de chiste : el mejor plato de lentejas de todo el viaje lo comí en la cárcel de Srinagar! ...
Para arreglarlo, un cachemiri encerrado por algo, me trae 5 o 6 mantas, y sin entendernos hablando,el tio lia un porro, me lo pasa, le pego fuego, le doy dos o tres caladas, se lo paso y el tio me indica con señas que era todo para mi! ... Joder! dormí como un rey ... vinieron a verme un madrileño que estaba con una australiana y esta lloraba y el madrileño me dice: "Mañana fuera" ... Al otro dia (no recuerdo seguro) me llevan al juez y este me pregunta que por que lo he hecho ... yo con todo el morro le digo: "el que me lo ha vendido, contento, al que yo lo hubiese vendido, contento y yo contento" ... el juez mira el pasaporte, y me dice: "bueno, como se te acaba el visado, paga 100 rupias de multa, no hagas esto nunca más y te vas de la India" ... le doy las gracias, pago y a la calle, lo más acojonante de todo, me dan mis cestas, con todo lo que iba dentro excepto las cajitas donde iban escondidas las "vitaminas" ...
Unos dias antes de salir de Cachemira todo el tiempo en Srinagar se me ocurre mandar mi equipaje (dos cestas de mimbre con unas tonterias y algunos recuerdos) por correo y listo que soy, se me ocurre encargar un "relleno" en unas cajitas de madera, con la noble intención de "recuperar" algo del gasto del viaje a la vuelta y de paso hacer feliz a alguna gente ... hago los trámites y regreso a casa ... al otro dia lleganun par de tios se identifican como policias y me dicen que los acompañe ... la cosa más clara no podia estar ... me dicen que lo que he hecho allí es delito, comisaría y cárcel de Srinagar ... era fin de semana ... las "camas" eran unos bloques de hormigón de medio metro de altos, unas mantas te hacian de colchón ... una cosa parece casi de chiste : el mejor plato de lentejas de todo el viaje lo comí en la cárcel de Srinagar! ...
Para arreglarlo, un cachemiri encerrado por algo, me trae 5 o 6 mantas, y sin entendernos hablando,el tio lia un porro, me lo pasa, le pego fuego, le doy dos o tres caladas, se lo paso y el tio me indica con señas que era todo para mi! ... Joder! dormí como un rey ... vinieron a verme un madrileño que estaba con una australiana y esta lloraba y el madrileño me dice: "Mañana fuera" ... Al otro dia (no recuerdo seguro) me llevan al juez y este me pregunta que por que lo he hecho ... yo con todo el morro le digo: "el que me lo ha vendido, contento, al que yo lo hubiese vendido, contento y yo contento" ... el juez mira el pasaporte, y me dice: "bueno, como se te acaba el visado, paga 100 rupias de multa, no hagas esto nunca más y te vas de la India" ... le doy las gracias, pago y a la calle, lo más acojonante de todo, me dan mis cestas, con todo lo que iba dentro excepto las cajitas donde iban escondidas las "vitaminas" ...
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Re: Viajando....
Bruja escribió:Suso, yo estuve en Lanzarote una semanilla el año pasado y la verdad es que tanto a mí como a mi chico nos gustó bastante. Fueron unas vacaciones tranquilitas y vimos bastantes cosas de la isla, además de playa y piscina hotelera. Nosotros estuvimos alojados en un hotel que estaba cerca de la playa del Papagayo -íbamos andando y esa playa está bastante bien, sin mucha gente y agradable, aunque por las tardes se levanta bastante viento-. El hotel era el Papagayo Arena, y luego contratamos excursiones, aunque igualmente se puede alquilar un coche si preferís recorrer la isla por vuestra cuenta. Imprescindibles las visitas al parque nacional de Timanfaya, la Cueva de los Verdes, los Jameos del Agua... nosotros además vimos la casa museo de César Manrique y algunos pueblitos como Teguise y otros... y nos quedamos con las ganas de hacer una excursión a una especie de islote visitable que hay por el norte de la isla, que se llama La Graciosa... pero bueno, tampoco podíamos hacerlo todo.
Pero sí que lo pasamos bien. Y por lo que he oído después, a la hora de ir a Canarias una semana o así, Lanzarote es la mejor opción (nosotros primero dudábamos entre Lanzarote o Tenerife, pero cuando empezamos a leer nos quedamos con la primera, y gente que ha estado en ambas me ha dicho que, de conocer solo una, se quedaban con Lanzarote).
Y este verano todavía no tenemos planes. Como de costumbre lo decidiremos pocos días antes de irnos, qué desasre somos. Por lo menos yo me voy a ir sacando el pasaporte, que lo tengo caducado, por si esta vez nos da por salir fuera.
Vuelvo a dar las gracias a la Brujilla, por sus indicaciones y aprovecho para recomendar la Isla a tod@s l@s forer@s.
Nosotros estuvimos en Playa Blanca en el hotel Hesperia Playa Dorada, también en la zona sur de la isla. Buen hotel en relación calidad precio y situado al pie de la playa.
Por 70€ extra nos dieron una habitación con vistas al mar... esos atardeceres, esa vista de las islas de Fuerteventura y Lobos, vimos pasar la procesión por mar de la virgen del carmen... acojonante!
Es una zona turística pero muy tranquila en comparación con otras como Puerto del Carmen donde hay más 'movida'. Hay infinidad de bares/pubs/chiringuitos... Destacar que en los pubs, sobre todo en los regentados por irlandeses, había actuaciones en directo todas las noches.
Teníamos media pensión, por lo que la comida del mediodía la hacíamos fuera del hotel. Los restaurantes eran bastante buenos y nada caros para lo turístico de la zona.
El tanto por cien de guiris debe superar el 75% (sobre todo británicos y alemanes).
El clima era algo 'extranho'. La temperatura oscila entre los 20/21º y los 29/30º, por lo que no te asas de calor ni tampoco pasas frio por la noche, sin embargo en los meses de julio y agosto hace bastante viento (vientos Alisios) que yo agradecía sobre todo cuando estábamos en la playa. Los 2-3 primeros días estuvo algo nublado (de hecho llegó a llover un día unos 5 minutos), pero aún así tenías calor moderado y te podías quemar la piel fácilmente.
Contratamos 2 excursiones: la del norte de la isla (Jameos del Agua, Cueva de Los Verdes,...) y la del Sur (Parque nacional del Timanfaya, El Golfo). Ambas espectaculares y altamente recomendables.
Considero mejor contratar la excursión en vez de ir por tu cuenta a estas dos zonas, ya que te ahorras enormes colas y en el Timanfaya, con los guías puedes acceder a sitios a los que a los particulares no les permiten llegar.
Para el resto de la isla sí que puede ser buena idea alquilar un coche y recorrerla.
Decir que la isla está declarada reserva de la biosfera, las viviendas no pueden superar las 2 ó 3 alturas (salvo en la capital), no hay semáforos para evitar la contaminación lumínica y es muy difícil ver un papel tirado en el suelo.
Es un buen ejemplo de cómo vivir del turismo, sin dejar que éste te devore.
El tabaco está a menos de la mitad del precio que en la península... llegamos a encontrar el cartón de Ducados Rubio a 9€ y el gasoil lo vi a 64 céntimos, pero no podía traerme una garrafa en el avión...
solosuso- graduado
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Re: Viajando....
A mí de Lanzarote una amiga hace unas semanas me trajo un perfume de Chanel por 70 euros que aquí cuesta más de cien.
Al menos pudiste ver el sol este verano, eh, Susinho?...porque lo que es en nuestro terruño....
Al menos pudiste ver el sol este verano, eh, Susinho?...porque lo que es en nuestro terruño....
Hanna- ¿Te has leído "La Carretera"?
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Re: Viajando....
Hanna escribió:A mí de Lanzarote una amiga hace unas semanas me trajo un perfume de Chanel por 70 euros que aquí cuesta más de cien.
Al menos pudiste ver el sol este verano, eh, Susinho?...porque lo que es en nuestro terruño....
Xa che digo, moza!!!
Cada vez que hablaba con mis viejos por teléfono y me decían que aquí llovía a mares, pensaba en lo bien que habíamos hecho en marchar.
Tu has hecho, o vas a hacer alguna escapada?
Por cierto acojonantes las aventuras de HH ...
Tenemos grandes viajeros en este foro.
solosuso- graduado
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Re: Viajando....
Parece que al final nos vamos a la riviera maya!
Meri_Pé- Mojitóloga
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Re: Viajando....
A mí nadie me secuestra para escaparme, Susinho....
Pero cuando invites voy a Coruña.
Pero cuando invites voy a Coruña.
Hanna- ¿Te has leído "La Carretera"?
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Re: Viajando....
Más crónicas sureñas...
Madurai, la ciudad de los templos
Situada en el centro de Tamil Nadu, Madurai es la capital cultural de la región y una de las ciudades más antiguas de la India, con un patrimonio artístico de 2500 años de historia. Es una ciudad muy animada, lugar de transito de números viajeros, peregrinos y comerciantes que llegan de todas partes. El alto número de visitantes hace que también abunden los buscavidas, timadores y demás alimañas que intentan sacar partido de ello. Destacan sobre todo los sastres que insisten e insisten en hacerte un traje a medida, y aquellos que intentan colarte en una tienda, tentándote con las maravillosas vistas de los templos que se ven desde la terraza, para así poder obtener una comisión. A mí se me pegó uno de estos, y me costó quitármelo de encima. Aparte de este incidente, apenas me sentí agobiado, y la gente se comportó muy amablemente conmigo en todo momento.
El principal punto de referencia y lugar de obligada visita, es el templo dedicado a la diosa Meenakshi, una de las esposas del dios Shiva. El recinto es enorme (unas 6 hectáreas), tiene forma rectangular, y en cada uno de los lados hay una espectacular torre (gopuram) de 50 metros de altura, por donde se accede al interior. Aparte de ir descalzo, como en todos los templos hindús, no está permitido el acceso con pantalón corto, por lo que me tuve que buscar algo para cubrir mis provocadoras y peludas piernas. Por 40 rupias me pillé un pedazo de tela con el que me hice un lungi, una especie de pareo muy popular por estas tierras.
Divino de la muerte
Antes de entrar al templo, me entretuve un buen rato admirando y analizando la sensacional decoración de las torres, al más puro estilo dravídico, conocido por su cargada ornamentación. Resulta llamativa la cantidad de figuras de dioses, animales y otros personajes mitológicos, que se superponen en las más variadas poses y expresiones. Vacas voladoras, diablos y dioses con 20 brazos, serpientes y dragones, elegantes bailarinas… todos organizados en perfecta armonía, formando un impresionante conjunto. Estos son sólo algunos detalles:
El interior del templo se compone de largos pasillos que llevan hacia diferentes santuarios donde los fieles adoran a sus deidades. La mayor parte de los mismos están vetados a los no hindús. Aparte de las torres, me gustó el estanque del loto de oro, donde los peregrinos realizan el baño sagrado. Yo no me bañé, pero en cambio tuve la fortuna de ser bendecido por un elefante por una moneda de 5 rupias. El sagrado animal coge la moneda y la deposita grácilmente en una cestita con su trompa, y con la misma te otorga su bendición dándote un trompazo en la cabeza. Un momento único, sin duda, que había que inmortalizar.
Interior del templo
Estanque del loto de oro
Aún vistiendo el lungi, salí por la puerta del norte en dirección al mercado de la ciudad, dejando atrás la piara de timadores y buscavidas que, ya sea en forma de sastres, sacerdotes o “experimentados” guías, aúnan esfuerzos en la caza del guiri. Ya en el animado y bullicioso laberinto de puestos de especias, hierbas aromáticas y verduras de todo tipo, me sentía más cómodo. Es verdad que hay ciertos puntos de interés cultural que el viajero no se puede perder, pero he de reconocer que me gustan más este tipo de ambientes, más cotidianos, más cordiales, más humanos, aunque siga siendo imposible pasar desapercibido. Por mucho que intente mimetizarme entre la gente, sigo llamando la atención y en cuanto ven que soy extranjero, me sonríen y me hacen señas para que les haga una foto. Son situaciones casi siempre divertidas, que te dejan con la sonrisa en la boca durante un buen rato, pero a veces, si que echo de menos eso de andar por la calle como si fuera invisible.
Después de comer, todavía tenía algo de tiempo para visitar otros lugares de interés en Madurai, como el palacio de Tirumalai y el museo de Gandhi. El primero estaba en pleno proceso de restauración, aunque aun así pude entrar. Aparte de carretillas, sacos de cemento y hormigoneras, no vi mucho más. Por su parte, la visita al museo fue más interesante. En su interior se exhiben textos, fotos y diferentes pertenencias de Mahatma, entre las que destaca la túnica que llevaba puesta el día en que lo asesinaron.
Interior del palacio
Museo de Gandhi
El resto del día lo pasé en el autobús, camino de Thanjavur, unos 163 kilómetros al norte de Madurai. Al llegar allí, me alojé en un hostal, el Rajah Rest House, que parecía el motel de Norman Bates. Aparentemente no había nadie, salvo los dos recepcionistas, a cual más extraño. La habitación era un tugurio en toda regla, pero estaba bien de precio (unas 100 rupias). Hubiera sido suficiente si no fuera porque el cuarto era un horno, y el ventilador apenas tenía potencia. Esto, sumado a la masiva presencia de mosquitos, y que la almohada era tan blanda como un yunque, me garantizaron una noche en vela, sin pegar ojo, lo que me pasaría factura al día siguiente.
Madurai, la ciudad de los templos
Situada en el centro de Tamil Nadu, Madurai es la capital cultural de la región y una de las ciudades más antiguas de la India, con un patrimonio artístico de 2500 años de historia. Es una ciudad muy animada, lugar de transito de números viajeros, peregrinos y comerciantes que llegan de todas partes. El alto número de visitantes hace que también abunden los buscavidas, timadores y demás alimañas que intentan sacar partido de ello. Destacan sobre todo los sastres que insisten e insisten en hacerte un traje a medida, y aquellos que intentan colarte en una tienda, tentándote con las maravillosas vistas de los templos que se ven desde la terraza, para así poder obtener una comisión. A mí se me pegó uno de estos, y me costó quitármelo de encima. Aparte de este incidente, apenas me sentí agobiado, y la gente se comportó muy amablemente conmigo en todo momento.
El principal punto de referencia y lugar de obligada visita, es el templo dedicado a la diosa Meenakshi, una de las esposas del dios Shiva. El recinto es enorme (unas 6 hectáreas), tiene forma rectangular, y en cada uno de los lados hay una espectacular torre (gopuram) de 50 metros de altura, por donde se accede al interior. Aparte de ir descalzo, como en todos los templos hindús, no está permitido el acceso con pantalón corto, por lo que me tuve que buscar algo para cubrir mis provocadoras y peludas piernas. Por 40 rupias me pillé un pedazo de tela con el que me hice un lungi, una especie de pareo muy popular por estas tierras.
Divino de la muerte
Antes de entrar al templo, me entretuve un buen rato admirando y analizando la sensacional decoración de las torres, al más puro estilo dravídico, conocido por su cargada ornamentación. Resulta llamativa la cantidad de figuras de dioses, animales y otros personajes mitológicos, que se superponen en las más variadas poses y expresiones. Vacas voladoras, diablos y dioses con 20 brazos, serpientes y dragones, elegantes bailarinas… todos organizados en perfecta armonía, formando un impresionante conjunto. Estos son sólo algunos detalles:
El interior del templo se compone de largos pasillos que llevan hacia diferentes santuarios donde los fieles adoran a sus deidades. La mayor parte de los mismos están vetados a los no hindús. Aparte de las torres, me gustó el estanque del loto de oro, donde los peregrinos realizan el baño sagrado. Yo no me bañé, pero en cambio tuve la fortuna de ser bendecido por un elefante por una moneda de 5 rupias. El sagrado animal coge la moneda y la deposita grácilmente en una cestita con su trompa, y con la misma te otorga su bendición dándote un trompazo en la cabeza. Un momento único, sin duda, que había que inmortalizar.
Interior del templo
Estanque del loto de oro
Aún vistiendo el lungi, salí por la puerta del norte en dirección al mercado de la ciudad, dejando atrás la piara de timadores y buscavidas que, ya sea en forma de sastres, sacerdotes o “experimentados” guías, aúnan esfuerzos en la caza del guiri. Ya en el animado y bullicioso laberinto de puestos de especias, hierbas aromáticas y verduras de todo tipo, me sentía más cómodo. Es verdad que hay ciertos puntos de interés cultural que el viajero no se puede perder, pero he de reconocer que me gustan más este tipo de ambientes, más cotidianos, más cordiales, más humanos, aunque siga siendo imposible pasar desapercibido. Por mucho que intente mimetizarme entre la gente, sigo llamando la atención y en cuanto ven que soy extranjero, me sonríen y me hacen señas para que les haga una foto. Son situaciones casi siempre divertidas, que te dejan con la sonrisa en la boca durante un buen rato, pero a veces, si que echo de menos eso de andar por la calle como si fuera invisible.
Después de comer, todavía tenía algo de tiempo para visitar otros lugares de interés en Madurai, como el palacio de Tirumalai y el museo de Gandhi. El primero estaba en pleno proceso de restauración, aunque aun así pude entrar. Aparte de carretillas, sacos de cemento y hormigoneras, no vi mucho más. Por su parte, la visita al museo fue más interesante. En su interior se exhiben textos, fotos y diferentes pertenencias de Mahatma, entre las que destaca la túnica que llevaba puesta el día en que lo asesinaron.
Interior del palacio
Museo de Gandhi
El resto del día lo pasé en el autobús, camino de Thanjavur, unos 163 kilómetros al norte de Madurai. Al llegar allí, me alojé en un hostal, el Rajah Rest House, que parecía el motel de Norman Bates. Aparentemente no había nadie, salvo los dos recepcionistas, a cual más extraño. La habitación era un tugurio en toda regla, pero estaba bien de precio (unas 100 rupias). Hubiera sido suficiente si no fuera porque el cuarto era un horno, y el ventilador apenas tenía potencia. Esto, sumado a la masiva presencia de mosquitos, y que la almohada era tan blanda como un yunque, me garantizaron una noche en vela, sin pegar ojo, lo que me pasaría factura al día siguiente.
Re: Viajando....
Has visto el templo de Khajuraho? ... yo me enteré de su existencia tras regresar de la India ...
Una cosa que me llamó la atención en Madras fué ver una "procesión" de un entierro. A una viejecita la llevaban muerta encima de una especie de camilla de madera con el cuerpo descubierto, bueno, vestido con la ropa, pero no era un ataud y delante iba gente (no se si familiares o "contratados") bailando y cantando y arrojando caramelos y monedas de difernete valor de "paisa" (céntimos de rupia) a la gente que estaba mirando dicha "procesión" ...
Anteriormente, durante la estancia de casi dos meses en una casita en la playa de Papanasam, de la población de Varkala en el estado de Kerala, pasamos las "navidades" más tranquilas de toda mi vida: sencillamente allí no existia la "navidad" ... allí lo único era tomar la vida tranquila, comer y dormir ... una vez fuimos oa un templo hinduista cercano y uno de los sacerdotes nos bendijo poniéndonos unas marcas de una especie de arcilla en frente y pecho ...
El restaurante era todo un "lujo": unas tres mesas largas, de un color marrón indefinido con bancos para sentarse ... te sentabas y llegaba un camarero y te ponia un buen trozo de hoja de platanera delante de ti, después no recuerdo si el mismo llegaba con un cubo ´de metal con arroz hervido, con un cazo te ponia sobre la hoja de platanera hasta que decia sbasta con la mano, y despues con un cacharro de metal con varios compartimentos te echaba sobre el arroz de las diferentes salsas que llevaba ... el primer dia me echó de "curry" y aquello para mi era casi imposible de comer ... los diferentes dias ya le decia "no curry" ... cuando acababas, pagabas y los "camareros" pillaban la hoja de bananera y la tiraban por una ventana a la calle allí había vacas esperando y en pocos minutos estaba todo limpio ...
Una cosa que me llamó la atención en Madras fué ver una "procesión" de un entierro. A una viejecita la llevaban muerta encima de una especie de camilla de madera con el cuerpo descubierto, bueno, vestido con la ropa, pero no era un ataud y delante iba gente (no se si familiares o "contratados") bailando y cantando y arrojando caramelos y monedas de difernete valor de "paisa" (céntimos de rupia) a la gente que estaba mirando dicha "procesión" ...
Anteriormente, durante la estancia de casi dos meses en una casita en la playa de Papanasam, de la población de Varkala en el estado de Kerala, pasamos las "navidades" más tranquilas de toda mi vida: sencillamente allí no existia la "navidad" ... allí lo único era tomar la vida tranquila, comer y dormir ... una vez fuimos oa un templo hinduista cercano y uno de los sacerdotes nos bendijo poniéndonos unas marcas de una especie de arcilla en frente y pecho ...
El restaurante era todo un "lujo": unas tres mesas largas, de un color marrón indefinido con bancos para sentarse ... te sentabas y llegaba un camarero y te ponia un buen trozo de hoja de platanera delante de ti, después no recuerdo si el mismo llegaba con un cubo ´de metal con arroz hervido, con un cazo te ponia sobre la hoja de platanera hasta que decia sbasta con la mano, y despues con un cacharro de metal con varios compartimentos te echaba sobre el arroz de las diferentes salsas que llevaba ... el primer dia me echó de "curry" y aquello para mi era casi imposible de comer ... los diferentes dias ya le decia "no curry" ... cuando acababas, pagabas y los "camareros" pillaban la hoja de bananera y la tiraban por una ventana a la calle allí había vacas esperando y en pocos minutos estaba todo limpio ...
HH- comendador
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Re: Viajando....
Los templos de Khajuraho los tengo en mente para septiembre, cuando haga mi último viaje antes de volver a España. Y también Varanasi, estuviste? ali si que me voy a hinchar de ver cadaveres. Lo de la comida encima de la hoja de platano es un punto. Es tipico del sur, y durante este último viaje también he tenido la suerte de saborearlos. Y siguen estando tirados de precio. Esto es un "dosa", acompañada de "chutneys" varios, y una especie de rosquilla que no recuerdo ahora como se llama:
Aquí un capítulo más de la última escapada...
Thanjavur y Trichy, el legado de los Cholas
Hubo un tiempo, mucho antes de que los colonos franceses e ingleses llegaran y la liaran parda, en el que el sur de la India estaba gobernado por diversos reinos tribales que se disputaban la hegemonía sobre la península. Uno de ellos, la dinastía Chola, llegó a establecer un prospero y vasto imperio que llegó a extenderse hasta Indonesia y Malasia. Los Cholas establecieron su capital en Thanjavur, importante centro cultural de la región, y considerada el granero de Tamil Nadu por su producción agrícola.
Aquí empecé un largo día, que comenzó la noche anterior. Como comentaba en la anterior entrada, no pude dormir en toda la víspera, así que, a eso de las 5 de la mañana, cuando me cansé de mirar las estrellas sentado en el zaguán, me encaminé hacia el principal punto de interés de la ciudad, el templo de Brihadishwara, la joya de la corona de la arquitectura Chola, y uno de los lugares de la India considerado Patrimonio de la Humanidad. Está dedicado a Nataraja, el Shiva danzante, el cual se puede apreciar en diversas poses en cada uno de los murales. Es un lugar con mucho encanto, sobre todo a esa hora del día, sin apenas visitantes.
Vistas desde el exterior
El resto de la mañana lo pasé callejeando por las calles del centro histórico, entre vacas y cabras. La ciudad iba poco a poco despertando, no eran ni las 9 de la mañana, y yo empezaba a darme cuenta de que aun me quedaba todo el día por delante. Así que decidí hacer algo que en principio no estaba en mis planes: coger el primer tren que pasase rumbo a Tiruchirappalli, también conocida como Trichy, otra de las ciudades históricas donde los Chola dejaron su huella.
La distancia que separa ambas ciudades es muy corta, tan solo una horita de tren, con lo que es absolutamente factible visitarlas en el mismo día. Al llegar a Trichy, cogí un autobús local hacia su monumento más famoso, un templo más, esta vez el de Ranganatha, dedicado a Vishnu, y considerado como el complejo religioso más grande de toda la India.
El lugar consiste en siete muros concéntricos (que representan las siete vidas del ser humano según los hindús), los cuatro primeros atestados de puestos callejeros con parafernalia religiosa, tunantes disfrazados de santos y espabilados que se empeñan en guiarte aunque no quieras. Ya pasado el cuarto muro, una vez dejado mis zapatos en el depósito y sacado mi entrada, pagué 10 rupias más para poder acceder a la azotea del templo desde donde se divisa una bonita panorámica. Craso error si tenemos en cuenta que eran ya las 2 de la tarde, el sol pegaba de lo lindo a esas horas, e iba descalzo, con lo que me achicharraba los pies. Aun así, entre brinco y brinco, conseguí hacer algunas fotillos como estas:
El interior está muy bien conservado y acoge, aparte de cientos de peregrinos desparramados por las galerías, nada más y nada menos que 108 pequeños templos y santuarios dedicados a diferentes dioses. En la mayoría de ellos, los no hindús no pueden entrar. Cuanta incoherencia: por un lado no te dejan pasar (cosa para nada reprochable por respeto a sus creencias), pero por otro lado, si que te piden alguna ofrenda, viendo que eres extranjero y que , por tanto, piensan que no te importa soltar un billete de 100 rupias (poco menos de 2 euros) en la bandejita. En mi caso se equivocaron. “Que colaboren los si hindús”, pensé.
Salí del recinto un pelín agobiado, no sé si porque no había dormido nada, por los pesados buscavidas esparcidos por todas partes, o por la sobredosis de templos que llevaba ya encima, después de Madurai y Thanjavur. Tras el de Ranganatha, me prometí a mi mismo no pisar un templo más (al menos hasta que vaya a los de Khajuraho en septiembre), que ya había sido suficiente. Aun con todo, todavía tenía en mente visitar otro importante monumento en Trichy, el templo de la roca, pero en cuanto descubrí donde estaba encaramado, desistí. Las fuerzas empezaban a decaer.
Las vistas desde lo alto prometían, pero pasé
Iglesia de la Virgen de Lourdes
Efectivamente, la acumulación de horas de viaje y caminatas, sumado a una noche en vela y un calor sofocante, me tocaron la moral. La jornada empezó bien, pero poco a poco el agobio y el cansancio físico fueron influyendo también en mi humor. Ya no sólo me irritaban los conductores de autorickshaw (en Tamil Nadu tocan una bocina a lo Harpo Marx, y a veces suena como un matasuegras) y vendedores varios, sino incluso también los escolares que me saludaban y me pedían una foto con su sonrisa angelical. Ni una sola foto les hice. Es más, a más de uno les mandé a freír espárragos.
Me iba haciendo falta ya un descansito, un lugar donde relajarme lejos del barullo y el jaleo, donde desconectar, algo diferente, por ejemplo, algo como Pondicherry...
Aquí un capítulo más de la última escapada...
Thanjavur y Trichy, el legado de los Cholas
Hubo un tiempo, mucho antes de que los colonos franceses e ingleses llegaran y la liaran parda, en el que el sur de la India estaba gobernado por diversos reinos tribales que se disputaban la hegemonía sobre la península. Uno de ellos, la dinastía Chola, llegó a establecer un prospero y vasto imperio que llegó a extenderse hasta Indonesia y Malasia. Los Cholas establecieron su capital en Thanjavur, importante centro cultural de la región, y considerada el granero de Tamil Nadu por su producción agrícola.
Aquí empecé un largo día, que comenzó la noche anterior. Como comentaba en la anterior entrada, no pude dormir en toda la víspera, así que, a eso de las 5 de la mañana, cuando me cansé de mirar las estrellas sentado en el zaguán, me encaminé hacia el principal punto de interés de la ciudad, el templo de Brihadishwara, la joya de la corona de la arquitectura Chola, y uno de los lugares de la India considerado Patrimonio de la Humanidad. Está dedicado a Nataraja, el Shiva danzante, el cual se puede apreciar en diversas poses en cada uno de los murales. Es un lugar con mucho encanto, sobre todo a esa hora del día, sin apenas visitantes.
Vistas desde el exterior
El resto de la mañana lo pasé callejeando por las calles del centro histórico, entre vacas y cabras. La ciudad iba poco a poco despertando, no eran ni las 9 de la mañana, y yo empezaba a darme cuenta de que aun me quedaba todo el día por delante. Así que decidí hacer algo que en principio no estaba en mis planes: coger el primer tren que pasase rumbo a Tiruchirappalli, también conocida como Trichy, otra de las ciudades históricas donde los Chola dejaron su huella.
La distancia que separa ambas ciudades es muy corta, tan solo una horita de tren, con lo que es absolutamente factible visitarlas en el mismo día. Al llegar a Trichy, cogí un autobús local hacia su monumento más famoso, un templo más, esta vez el de Ranganatha, dedicado a Vishnu, y considerado como el complejo religioso más grande de toda la India.
El lugar consiste en siete muros concéntricos (que representan las siete vidas del ser humano según los hindús), los cuatro primeros atestados de puestos callejeros con parafernalia religiosa, tunantes disfrazados de santos y espabilados que se empeñan en guiarte aunque no quieras. Ya pasado el cuarto muro, una vez dejado mis zapatos en el depósito y sacado mi entrada, pagué 10 rupias más para poder acceder a la azotea del templo desde donde se divisa una bonita panorámica. Craso error si tenemos en cuenta que eran ya las 2 de la tarde, el sol pegaba de lo lindo a esas horas, e iba descalzo, con lo que me achicharraba los pies. Aun así, entre brinco y brinco, conseguí hacer algunas fotillos como estas:
El interior está muy bien conservado y acoge, aparte de cientos de peregrinos desparramados por las galerías, nada más y nada menos que 108 pequeños templos y santuarios dedicados a diferentes dioses. En la mayoría de ellos, los no hindús no pueden entrar. Cuanta incoherencia: por un lado no te dejan pasar (cosa para nada reprochable por respeto a sus creencias), pero por otro lado, si que te piden alguna ofrenda, viendo que eres extranjero y que , por tanto, piensan que no te importa soltar un billete de 100 rupias (poco menos de 2 euros) en la bandejita. En mi caso se equivocaron. “Que colaboren los si hindús”, pensé.
Salí del recinto un pelín agobiado, no sé si porque no había dormido nada, por los pesados buscavidas esparcidos por todas partes, o por la sobredosis de templos que llevaba ya encima, después de Madurai y Thanjavur. Tras el de Ranganatha, me prometí a mi mismo no pisar un templo más (al menos hasta que vaya a los de Khajuraho en septiembre), que ya había sido suficiente. Aun con todo, todavía tenía en mente visitar otro importante monumento en Trichy, el templo de la roca, pero en cuanto descubrí donde estaba encaramado, desistí. Las fuerzas empezaban a decaer.
Las vistas desde lo alto prometían, pero pasé
Iglesia de la Virgen de Lourdes
Efectivamente, la acumulación de horas de viaje y caminatas, sumado a una noche en vela y un calor sofocante, me tocaron la moral. La jornada empezó bien, pero poco a poco el agobio y el cansancio físico fueron influyendo también en mi humor. Ya no sólo me irritaban los conductores de autorickshaw (en Tamil Nadu tocan una bocina a lo Harpo Marx, y a veces suena como un matasuegras) y vendedores varios, sino incluso también los escolares que me saludaban y me pedían una foto con su sonrisa angelical. Ni una sola foto les hice. Es más, a más de uno les mandé a freír espárragos.
Me iba haciendo falta ya un descansito, un lugar donde relajarme lejos del barullo y el jaleo, donde desconectar, algo diferente, por ejemplo, algo como Pondicherry...
Re: Viajando....
Mañana me voy ya a Croacia!!! Debería estar haciendo maleta, pero mi hermana no quiere ahora prestarme una suya, porque vaya que se la estropeen (si, mi hermana y sus manías, las cosas no están pa usarlas, solo para tenerlas), así que estoy esperando a que me encuentre otra
Re: Viajando....
Caliope escribió:Mañana me voy ya a Croacia!!! Debería estar haciendo maleta, pero mi hermana no quiere ahora prestarme una suya, porque vaya que se la estropeen (si, mi hermana y sus manías, las cosas no están pa usarlas, solo para tenerlas), así que estoy esperando a que me encuentre otra
Disfruta del viaje moza y ya nos contarás, porque puede que sea mi destino vacacional para el anho que viene.
solosuso- graduado
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