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Iria escribió:

Finalmente me armé de valor e hice caso de la vehemente recomendación de Kiruna… buf, qué puedo decir sin quedarme corta… de entrada que la película es como un episodio de "Heidi" al lado de la novela.
Hay sin embargo un aspecto en que la película supera en crueldad al libro: el machaque social con el que la protagonista paga el delito de su hijo (en la peli llegan a cruzarle la cara de un bofetón en plena la calle, y hay otro momento de gran humillación psicológica por parte de un compañero de trabajo que es quizá peor que la bofetada). En el libro esas consecuencias sociales no se expresan de manera tan heavy. Ahora bien, en todo lo demás… sí es más fuerte el libro. Además de ser muchísimo más minucioso.

Casi me ponía más de los nervios el padre que el niño… pero qué tío más cretino (me llega a hacer a mí lo de la pistola de agua…, dispararme a la cara cuando estoy reprendiendo al crío porque no deja de molestar a los pobres señores de la mudanza… y es que le hago comerse la pistola).

El personaje de la madre está muy bien delineado, porque no es la típica madre-víctima, sino que también tiene sus partes oscuras y puñeteras… en la película es más claramente una víctima, pero aquí te quedas cavilando mucho más… ¿Y si hubiera querido a Kevin? ¿Habría evitado que el muchacho se convirtiese en un psicópata…? Tal vez no, pero si una madre siempre tiende a preguntarse "¿Qué es lo que he hecho mal?" aunque no haya hecho nada mal… no digamos cuando, como en este caso, sus mayores placeres maternos los tiene asociados al día en que estampó al niño contra la pared. No me extraña que los pensamientos se le arremolinen y tenga que escribir, escribir y escribir...

Kiruna escribió:estaba embarazada

Iria escribió:

Kiruna escribió:estaba embarazada

Pues sí, te venden que la conexión amorosa con un hijo aparece como por arte de magia… pero muchas veces las conexiones afectivas han de labrarse.

 

MaZinger escribió: Tanto que me han hablado de ella y por fin la terminé viendo. O mejor dicho, experimentando
Into The Wild es toda una experiencia. Te guste o no. Es una película tan personal que a nadie pilla por igual. Es muy sencillo llevarse por la lectura fácil, armar el petate y dedicar tu vida a ser un anacoreta. Incluso abandonarte exclusivamente al mensaje anti-materialista que se rebela en busca de la libertad absoluta contra un mundo de control porque akuna matata vive y sé feliz. Como dije, Into The Wild es una experiencia personal de cada uno y no pude evitar unas cuantas sonrisas cómplices ante un personaje que, después de todo, el valor de su hazaña queda eclipsado por sus miedos. Qué malos son los veintipocos en algunos casos

Por si alguien no lo sabe aún, Into The Wild narra la historia de un chico harto de una vida impuesta donde sus fallos se arreglan con bonitos parches a cada cual más costoso. Una familia rota de puertas para dentro y unas doctrinas convencionales a seguir. Así, pilla una buena paja mental como todo aquel recién licenciado que no le queda más cojones que enfrentarse a la vida, culpa a su entorno, a toda la sociedad, quema su dinero, todo rastro que pueda llevarle de vuelta a la civilización y se lanza "hacia rutas salvajes".

Puede darse el hecho de que cueste simpatizar con el protagonista porque, por debajo de esa fachada ecologista con cambio de identidad incluido, se esconde el egoísmo de quien culpa a todos y huye sin importar cuanto daño pueda dejar. Es curioso como a lo largo del viaje hace caso omiso a cualquier intento de comunicarse con sus padres y es que, es cierto, no costaba nada decir que estaba vivo. Pero, ese viaje por todo el continente no es más que la excusa para reducir al mínimo ese viaje que todos hacemos para encontrarle un puto sentido a esa supuesta bendición que tu padre y tu madre te dieron al nacer. Y, de paso, encontrar tu lugar en este planeta infinito. Salvando mucho, pero mucho las distancias, me atrevo a decir que nuestros caminos llegan a identificarse y guardar cosas en común... aunque no resto ningún mérito a la gran experiencia de vida que pudo tener. Yo también tuve mi huida en busca de respuestas y me encontré con otras. Todo el mundo quiere libertad total y hacer lo que le plazca cuando le plazca, pero, la epifanía final siempre es la misma para todos y cada uno de nosotros.

Yo la recomiendo porque, aunque parece que doy sensaciones contrarias, me ha encantado. Ese viaje personal sacará conclusiones de cada tipo en todo aquel que la vea. A pesar de su duración o que pueda parecer a veces un anuncio de Levi's, engancha. Sobre todo con sus imágenes. Ya a modo ultra-exigente, me quedo con la duda de cuál habría sido el resultado si la hubiese dirigido Herzog. Le exijo un remake!

Isthar escribió:Ya voy por más de la mitad de este estupendo libro, que ganó el Pulitzer en 2008, y del que si no llega a ser por recomendación ni sabría que existía.



"La vida nunca ha sido fácil para Oscar Wao, un dominicano dulce, obeso y algo desastroso que vive con su madre y su hermana en un gueto de Nueva Jersey. Oscar sueña con convertirse en un J.R.R. Tolkien dominicano y, por encima de todo, con encontrar el amor de su vida. Pero puede que nunca alcance sus metas debido a una extraña maldición presente en su familia desde hace generaciones; enviando a los Wao a prisión, predisponiéndolos a accidentes trágicos y, ante todo, al desamor."

Caliope escribió:Suicidadme, por favor

Medea escribió:Ojalá hubiese salido de mi vientre la prole orgullosa de Tántalo y hubiese parido yo dos veces siete hijos. Estéril he sido para la venganza: dos he parido.